El SAGvalidó el Registro de Variedad Tamarugal, producido en el Centro Experimental de Canchones, confirmando así a través del Estado, que esta corresponde a la primera cepa vinífera propia de nuestro país
La iniciativa, que desde el 2011 contó con el apoyo del Fondo de Innovación a la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Tarapacá, permitió que a través de la entrega de 633 millones de pesos, pudieran implementar un laboratorio y los equipos para la producción del vino, cultivado en el Centro Experimental de Canchones, que tiene la UNAP en la Provincia del Tamarugal, sumando además a otros cuatro agricultores de la zona.
Alex Zúñiga Agronomo del proyecto , comentó al Rector, que la idea es que a través de las cepas producidas, en especial con la Tamarugal, el brebaje sea distribuido en restaurantes y locales, permitiendo así darle identidad a nuestro territorio, adquiriendo el producto el rotulo de “vino boutique”, pese a que cuentan ya con el interés de distintas viñas chilenas.
El Rector de la UNAP, felicitó a los investigadores, instándolos a dar el paso que permita iniciar la producción industrial, permitiendo posicionar el trabajo y las capacidades que tiene la región para establecer alternativas económicas.
El proyecto Vino del Desierto, representa para nosotros, el mejor ejemplo de unión de dos instituciones, como fue la UNAP y el Gobierno Regional de Tarapacá, quienes cada uno desde sus perspectivas, fueron capaces de construir una iniciativa, que permitirá sumar una nueva área de desarrollo en la economía tarapaqueña, en especial en un momento de la historia, donde deben generarse alternativas laborales que sustituyan a la alicaída minería nacional.
Seguimos insistiendo desde la Academia, en especial con la mirada de zona extrema que nos imprime el día a día, que son las regiones las que deben decidir su propio futuro, sistematizando a través de proyectos como el Vino del Desierto, lo que queremos en un mediano y largo plazo para Tarapacá.