“Caspana para mi significa mucho, porque mis abuelos me enseñaron lo que son las tradiciones, las costumbres y siempre me han dicho que tengo que mantenerlas y yo he puesto de mi parte en hacerlo y una de las potencialidades que me ha dado mi pueblo es poder trabajar el turismo”. Con estas palabras, Francisco Colamar se refiere a la localidad que lo vio nacer y en la cual espera seguir desarrollándose por medio de diferentes guiados y caminatas de aclimatación en rutas troperas y otras actividades, como el agroturismo y la granja educativa.
Para Germán González, experimentado ganadero y socio de la localidad, “Caspana es un pueblo diferente a los demás que lo rodean en Alto El Loa, y esto, porque es un valle y las otras localidades no tienen esta característica”. Asimismo, el comunero agregó que “también tiene la parte arqueológica dentro de sus territorios con diferentes sitios, terrazas y arte rupestre que la distinguen y hacen única en la zona”.
Estas particularidades son de un potencial enorme en lo turístico y están despertando entre sus habitantes el deseo de darlas a conocer, generando nuevas oportunidades a jóvenes y adultos. Francisco relata que “me gustaría potenciar el turismo, para darle más vida al pueblo, porque generalmente todo el turismo se lo lleva San Pedro de Atacama y los pueblos de Alto El Loa estamos quedando de lado”.
Ruta Tropera
El turista quiere vivir una experiencia o vivencia única y viene a aprender de la forma de vida en las comunidades, quiere dormir al aire libre, quiere comer de sus comidas y recorrer las rutas y caminos que antiguamente se realizaban. Es bajo este concepto que Francisco realiza la ruta tropera que le enseñó su abuelo y que realizaba desde niño junto a él, un camino que durante las décadas entre el 1940 y 1980 se utilizó para extraer la yareta.
“Esta ruta fue ocupada por los arrieros para transportar la yareta, donde se hacían cortes cerca de El Tatio, en diferentes partes donde la gente le designaban el sector donde podían cortar” comenta el joven guía local. La yareta era el combustible que servía y se comercializaba en la ciudad para las panaderías, cocinerías y algunas personas se lo llevaban hasta caminando desde aquí a Calama.
Una experiencia única que cualquier persona que le guste conectarse con la naturaleza o estar en sintonía con las costumbres y hábitos de antaño, podrá sentir y experimentar como lo vivieron los antepasados con la guía y orientación de un joven emprendedor de Caspana. Él ha recopilado en sí mismo y por medio de su familia y abuelos la historia y la tradición caspaneña que se resiste a morir con el esfuerzo, cariño y amor de este noble mantenedor de sus costumbres y tradiciones de un poblado rodeado de vestigios, sitios arqueológicos que evidencian el paso de diferentes culturas como la incaica.
Cerro Verde
A unos 5 kilómetros al noreste de Caspana se encuentran los vestigios de un antiguo yacimiento, en el cual se aprecia el asentamiento que cobijó al inca y a las personas que venían con él o que también habitaron permanentemente el lugar. Según los Estudios Atacameños N° 29 El dominio Inca en la localidad de Caspana: Un acercamiento al pensamiento político andino de Leonor Adán y Mauricio Uribe, “se trata de un asentamiento que comprende tres sectores de edificación, en los que se distinguen 55 estructuras organizadas en un trazado ortogonal, mayoritariamente de planta rectangular, cuyas superficies se concentran entre los 3,96 m2 y 26,98 m2. El primero de estos tres sectores se define como alto, pues se localiza sobre un promontorio rocoso donde se levanta una construcción piramidal de piedra canteada o ushnu, asociado a un recinto habitacional amurallado. El ushnu presenta dos niveles superpuestos, posee pequeñas escaleras en dos de sus costados; se utilizó argamasa en su construcción y, como otras estructuras del sitio, se enlució con barro”.
La directora de INDAP de la región de Antofagasta, Jannette Araya Villarroel contó que “INDAP ha potenciado el desarrollo de emprendimientos de turismo rural en sus distintas manifestaciones, como excursiones rurales, alojamiento y alimentación tradicional con especial énfasis en aquellos impulsados por jóvenes, mujeres y comunidades indígenas conforme a los lineamientos institucionales. En este sentido se busca consolidar productos turísticos en el mundo rural que sean atractivos en el mercado a partir del trabajo de redes locales y su fortalecimiento en aspectos de calidad turística de acuerdo a las normas del Instituto Nacional de Normalización INN vigentes y normativas legales, generando espacios de comercialización mediante circuitos cortos”.
La oportunidad de tener una experiencia única en el corazón del desierto más árido del mundo, sumado a visitar y sentir toda la fuerza contenida en uno de los sitios arqueológicos prehispánicos de la región son solo parte de lo que puede se puede dar a conocer desde Caspana. Para desarrollar el turismo en esta línea, es que la comunidad atacameña está buscando colaboradores que le permitan restaurar y poner en valor este lugar, donde jóvenes y adultos podrán trabajar de manera conjunta por el progreso y tradición de Alto El Loa.
Fuente: Indap