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Martes, Noviembre 26, 2024

TOP DE CALAMA CONDENA A 4 y 12 AÑOS DE PRESIDIO A AUTOR DE ABUSO SEXUAL Y VIOLACIÓN IMPROPIA

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El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Calama condenó a Juan Luis Araya Vargas a las penas efectivas de 12 años y 4 años de presidio, en calidad de autor de los delitos consumados de violación impropia reiterada y abuso sexual, respectivamente. Ilícitos perpetrados en 2015, en la ciudad de Calama.


En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Sergio Villa Romero (presidente), Esperanza Carmona Araya y Rosa Caballero Burgos (redactora)– aplicó, además, a Araya Vargas las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares durante el tiempo de la condena (violación); y la inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos u oficios públicos durante el tiempo de la condena por el abuso sexual.


Asimismo, el tribunal condenó al sentenciado a la interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oído como pariente en los casos que la ley designa; a la sujeción de vigilancia de la autoridad por un periodo de 10 años, siguiente al cumplimiento de la pena principal; y la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.


Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.


El tribunal dio por establecido, más allá de toda duda razonable, que durante 2015, cuando la víctima tenía 13 años de edad, Araya Vargas realizó “un acto de connotación y relevancia sexual en contra de ésta (…), los que se producían en el domicilio del imputado (…), aprovechando que la víctima concurría a ese lugar en compañía de su hermana, la hija del acusado”.
Durante el mismo año, mientras la víctima se encontraba con Araya Vargas en el dormitorio del condenado, procedió a violar a la menor, “señalándole que todo estaría bien. Dicha conducta se repitió durante el mismo año, en circunstancias que el acusado llevaba a la menor a sectores despoblados cerca del aeropuerto de Calama, para mantener relaciones sexuales al interior de su vehículo”.


“En el mes de septiembre de 2016, durante un viaje familiar desde la ciudad de Arica a Calama, la madre descubre mensajería de texto entre el acusado y la menor, develando ésta que mantenía una suerte de relación amorosa con el acusado, interponiendo la respectiva denuncia”, agrega.

 

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