Casi a diario se les puede ver caminar por las faldas de los cerros antofagastinos o calles donde aún no llega la pavimentación, la postación eléctrica ni el alcantarillado. Se les pueden distinguir a la distancia, su uniforme es de un rojo fuerte y por lo general cargan una gran mochila donde llevan algo tan inverosímil como un monitor para medir las contracciones de embrazadas y los latidos de un feto.
Esas figuras de rojo son los integrantes de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria Gineco-Obstétrica del Hospital Regional de Antofagasta. Desde abril del 2020 han prestado más de 12 mil asistencias en salud a domicilio, lo que da un promedio de 15 pacientes diarios. Las beneficiarias son mujeres que reciben curaciones, tratamientos endovenosos, controles de embarazo, entre otros, sin salir de sus hogares.
[ads1]
La idea de este programa, según explica Yissel Carvajal, una de las matronas del equipo, es ayudar a descongestionar la ocupación de camas clínicas en el centro de salud, brindando la posibilidad de aplicar tratamientos y controles sin necesidad de que las beneficiarias deban ser internadas en el centro asistencial.
Este servicio de atención clínica nació en abril de 2020, en pleno curso de la pandemia por Covid19. “Nosotras realizamos diversos tipos de prestaciones, como toma de exámenes, control de signos vitales, administración de tratamientos endovenosos, subcutáneos, intramusculares, auscultación de latidos cardiofetales, control de dinámica uterina, tratamiento y continuidad de las patologías de base, blanqueos de presión arterial, realización de panel glicémico, curaciones de heridas operatorias, entre otros. Asimismo, otra tarea fundamental que tenemos consiste en brindar educación a la paciente respecto de los cuidados del parto, post parto y al recién nacido”, explicó Carvajal.
La matrona integrante del equipo de Hospitalización Domiciliaria Gineco-Obstétrica, detalla cuál es el perfil de las pacientes que pueden recibir atenciones en sus hogares. “Se trata de damas que son derivadas directamente por los médicos del servicio de Ginecología y Obstetricia, algunas de ellas postradas o con condiciones de base especiales y que no necesitan estar en el hospital para recibir sus tratamientos puesto que igual pueden recibir sus atenciones de forma óptima en sus casas. Idealmente en zonas urbanas”, detalló la profesional.
[ads5]
El trabajo que por más de 2 años han realizado estos profesionales incluye largas jornadas de trabajo, que muchas veces se extienden hasta las 21:00hrs, llevándolos incluso a sitios de difícil acceso o de alta peligrosidad en la ciudad. “Muchas veces vamos a lugares que son complicados, no solo por el entorno sino porque algunas veces son sitios de alta conflictividad, pero eso no nos limita porque bajo cualquier circunstancia, garantizamos la atención de nuestras pacientes”, indicó Carvajal.
Al trabajo de las matronas se suma el dos médicos de 44 horas, con atenciones telefónicas diarias y un médico de la unidad que realiza atenciones domiciliarias en terreno.
Karla Chacón, una de las pacientes beneficiarias del programa de atención en domicilio, explicó que luego de padecer un embarazo ectópico, recibe semanalmente las curaciones y tratamientos en su casa ubicada en el sector norte alto de Antofagasta. “Para mí es beneficioso que ellas vengan a mi casa porque no puedo estar subiendo ni bajando escaleras, se me hace difícil movilizarme y llegar al hospital, así que encuentro muy bueno que exista este beneficio de hospitalización en casa”.
Opinión similar comparte Lissete Martínez, paciente con más de 33 semanas de embarazo quien recibe todos los controles médicos en su hogar tras padecer anemia durante su embarazo. “Con este embarazo ya serían 6 mis hijos y con el último también tuve anemia, así que encuentro muy bueno que me ayuden con estos controles y tratamientos en casa. En Arica no tenía este beneficio y tenerlo aquí es de gran ayuda, sobre todo porque mi hija menor tiene 6 años y a veces es difícil acudir a los controles en el hospital por todo lo que eso implica en traslado, buscar quien la cuide, etc.”
Desde el equipo que conforma la Hospitalización Domiciliaria Gineco-Obstétrica del Hospital Regional de Antofagasta, insisten en destacar los beneficios que entrega esta modalidad a las pacientes y su entorno familiar, por ejemplo, desde el punto de vista humanitario, es ventajoso para la paciente ya que recibirá la atención hospitalaria acompañada de su entorno familiar y eso ayuda en sus procesos de recuperación, evitando o minimizando las complicaciones que derivan de una hospitalización prolongada.
Por otro lado, se logra gestionar de mejor forma las camas hospitalarias, favoreciendo más a aquellos pacientes que necesiten una mayor complejidad en sus cuidados, al tiempo que se promueve la coordinación del trabajo entre los distintos niveles de atención del sistema de red asistencial.