Fiscalización en sectores costeros de La Chimba y Peñablanca detectó inminente riesgo sanitario para la población.
Con el objetivo que se gestionen a la brevedad acciones de mitigación en los sectores costeros de La Chimba y población Peñablanca –donde se instalaron cementerios irregulares de mascotas-, la Seremi de Salud de Antofagasta ofició esta semana tanto a la Autoridad Marítima como a la Seremi de Bienes Nacionales.
Efectivamente, ante denuncias de vecinos por malos olores provenientes de estos cementerios, fiscalizadores de la Unidad de Zoonosis de esa repartición pública concurrieron esta semana a verificar en terreno la situación sanitaria en tres sectores específicos de la comuna: La Portada (camino hacia La Rinconada de Juan López), humedal La Chimba y frente a la población Peñablanca, los dos últimos ubicados dentro del radio urbano.
Con respecto a lo constatado en sector La Portada, se trata de un cementerio irregular de mascotas de gran envergadura aunque retirado de la ciudad, situación que -según los profesionales de la Seremi de Salud-, no implicaría un riesgo sanitario inminente para la población.
“No se evidencian malos olores, vectores, ni moscas, no siendo un peligro actual para la salud de las personas por no estar en zona poblada”, explicó la seremi de Salud de Antofagasta, Rossana Díaz Corro.
No obstante, la autoridad advirtió que aunque aún no existe un foco de insalubridad declarado, “sí representan un eventual riesgo para la salud pública de las personas debido a que hay algunas osamentas y pelajes de animales descubiertos”.
RIESGO
Si bien la autoridad reconoció que actualmente el trabajo y esfuerzo de la Seremi y sus funcionarios está mayoritariamente concentrado en la pandemia Coronavirus, no han dejado de atender y ocuparse de otras áreas de la salud que pueden afectar a la población regional.
Con respecto a los cementerios ubicados en la ciudad de Antofagasta –específicamente en el humedal La Chimba y sector Peñablanca- la situación es distinta y es importante mencionar que estos presentan olor a descomposición y a su vez se observan osamentas en superficie y en lugares con flujo de personas.
“Esa es una situación que nos preocupa y por la cual iniciamos las gestiones pertinentes con los organismos públicos -de acuerdo a la ubicación territorial donde se encuentran emplazados-, con la finalidad de mitigar y eliminar el riesgo sanitario detectado”, adelantó Díaz.
RRECOMENDACIONES
Para quienes han sufrido la pérdida de sus mascotas es importante recordar que para darle sepultura deben escoger sitios cerrados, que cuenten con un responsable y se impida el ingreso de otros animales, evitando así el uso de lugares de tránsito público.
La autoridad sostuvo que la sepultura debe ser de más de 1 metro de profundidad, mientras el largo y ancho de la tumba debe ser acorde al tamaño del animal.
“Asimismo, se debe utilizar cal viva para acelerar el proceso de descomposición de los tejidos blandos y así evitar la emanación de malos olores que resulten atractivos para otros animales y favorezcan el desentierro. Hay que cubrir totalmente el cadáver, evitando exponer partes del cuerpo al exterior y para la población evitar el contacto con restos orgánicos de animales en descomposición”, concluyó Díaz.
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