Con un llamado al diálogo y al entendimiento culminó hoy domingo 12 de enero la visita del obispo de Calama, Monseñor Óscar Blanco, a 4 dirigentes sindicales de Chuquicamata en huelga de hambre, quienes se encuentran en esta condición desde el pasado jueves 9 de enero al interior del edificio corporativo de Codelco Norte.
El movimiento, que se extiende desde la noche del miércoles 8 de enero pasado, se motiva fundamentalmente debido a que la actual administración de Codelco ha llevado adelante acciones que han provocado una pésima relación laboral actual con los trabajadores de la empresa, muchas de ellas evidenciadas a través de prácticas antisindicales que perjudican la representatividad de los dirigentes sindicales.
La visita se extendió aproximadamente durante una hora, y en ella los dirigentes sindicales pudieron conversar con la máxima autoridad eclesiástica de Calama, buscando con ello generar puentes de entendimiento, además de dar a conocer las demandas entre la comunidad.
Tras la visita, el Monseñor de Calama, obispo Oscar Blanco, señaló que “como iglesia nos preocupa la situación que están viviendo 4 dirigentes sindicales de Codelco Chuquicamata, ya que el llegar a una medida tan extrema en la que se pone en riesgo la salud y la vida de ellos nos parece preocupante, por eso es que quisimos visitarlos para comprometer como iglesia nuestra cercanía y oración”.
Junto a ello, el máximo representante de la iglesia católica en Calama, agregó que “hacemos un llamado al entendimiento y al diálogo, cuestión que siempre hemos impulsado desde la iglesia ya que somos personas capaces de razonar, de conversar y de ponernos en el lugar del otro a la hora de buscar soluciones a los problemas, así que los invito a dialogar”.
Los dirigentes movilizados, pertenecientes a los sindicatos 2, 3, minero, además de directores de los sindicatos 1 y 5, solicitan un mayor entendimiento entre la administración y los trabajadores, exigiendo mayores espacios de participación.
Los trabajadores de base, en tanto, reprueban la precarización de los espacios laborales a través de vulneraciones reiteradas al contrato colectivo vigente, además de situaciones anómalas en puestos de trabajo de Chuquicamata, Hospital del Cobre y otras áreas de la empresa.Finalmente, los distintos sindicatos apuntan a la pésima política de inversión de Codelco en los últimos años, provocando el riesgo de privatización de la empresa, medida que generaría un perjuicio enorme para las arcas fiscales, más aún en tiempos en donde la ciudadanía exige demandas legítimas que deben ser financiadas a través del cobre.