Con la colocación de placa conmemorativa en el lugar en que fue ejecutado en 1973, Joaquín Espinoza Ojeda, se realizó el acto solemne por los 50 Años del Golpe Militar, en el frontis del edificio que comparten la Delegación Presidencial y Gobierno Regional. Un acto emotivo que recordó con un minuto de silencio a las 11:52, y luego, el último discurso del Presidente Salvador Allende.
La actividad contó con la presencia de la Delegada Presidencial, Karen Behrens Navarrete; el Gobernador Regional, Ricardo Díaz; el alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez; seremis, representantes del poder judicial y ministerio público, asociación de funcionarios y funcionarias, y representantes de las agrupaciones de familiares detenidos, desaparecidos y ejecutados políticos.
Al respecto, la delegada presidencial Karen Behrens, destacó que “recordamos una fecha que políticamente es muy importante, porque es una desvalorización de la democracia y el negacionismo. Por lo tanto, es muy necesario poder recordar para que los derechos humanos sean respetados para todas las personas, y llevamos 50 años sin haber logrado esto. Hace unos días atrás se realizó el lanzamiento del Plan Nacional de Búsqueda que es una instancia de justicia para miles de chilenos y chilenas que aún aspiran saber la verdad, y es muy importante avanzar en la construcción de una democracia para todos”.
Por su parte, el Gobernador Regional, Ricardo Díaz, afirmó que “lamento muchísimo el clima de polarización que se ha generado en los últimos días, no nos hace bien…todos estamos por defender la democracia, todos estamos porque la violencia no se convierta en un instrumento de acción política y todos estamos por el apoyo y respeto irrestricto de los derechos humanos”.
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Durante la ceremonia que contó con la participación de la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación, quienes interpretaron la Cueca Sola, se realizó la reubicación de la placa conmemorativa de Joaquín Espinoza Ojeda, quien fue asesinado en el edificio de la Ex Intendencia. Su hija, María Espinoza Barraza, agradeció en nombre de la familia este gesto que permite poner en testimonio una parte de la memoria de nuestra región.
El ex preso político, Héctor Campos, de la Brigada Salvador, recordó en un emotivo discurso a las 3.529 víctimas de violación de derechos humanos, de las cuales 1.469 fueron víctimas de desaparición forzosa, permaneciendo desaparecidos 1.092 y 377 murieron ejecutados y ejecutadas.
Por su parte, Ernesto Jiménez Rojas, de la Agrupación de Derechos Humanos Brigada Salvador, recordó que “hemos esperado 50 años y hemos esperado con ansias este momento, porque creo que estamos curando una herida, una herida muy grande… Fui guardia de la presidencia y es el orgullo más grande que he tenido… Con la herida curada puedo decir que la tarea nuestra fue no traspasar el odio y el rencor a nuestros hijos ni nuestros nietos, con odio no se gana nada”.