Apenas terminaba el contrato de mejoramiento en el sector denominado “Curva del Cuervo” de la Ruta 23 CH, que une Calama y San Pedro de Atacama, y la Dirección Regional de Vialidad denunció el millonario robo del panel solar que alimenta el radar de velocidad recientemente instalado en el sector.
El hecho fue dado a conocer por las autoridades regionales, quienes alertaron que este tipo de situaciones es un constante, principalmente en cuanto a los robos millonarios de paneles solares que afectan las obras públicas, donde la Dirección de Vialidad se ha visto vulnerada en diversas oportunidades, como por ejemplo, en los asaltos ocurridos en el Túnel Pedro Galleguillos de Tocopilla, que permanece a oscuras dado los reiterados hechos delictuales y en el propio sector Curva del Cuervo donde ultrajaron el panel anterior al nuevo.
El seremi de Obras Públicas, César Benítez, enfatizó que “lamentablemente estos actos vandálicos repercuten directamente en la seguridad de las personas, puesto que las obras tienen como objetivo mejorar la conectividad en el sector de la Curva del Cuervo, que es uno de los sectores más peligrosos de la región con pendientes pronunciadas entre Río Grande y el Llano de la Paciencia, para lo cual se ensanchó la plataforma y se realizaron una serie de medidas complementarias para alertar a los conductores a disminuir la velocidad, por lo que el radar es fundamental”.
Este proyecto bordea los $500 millones y solamente el equipo de banderín con el radar cuesta 30 millones de pesos, el cual deberá reponerse en el corto plazo y además Vialidad aseguró que mejorará la seguridad de los implemento para evitar nuevos actos delictuales.
El director regional de Vialidad, Félix Gallardo, reiteró que “Como Dirección de Vialidad hemos hecho las denuncias respectivas con Carabineros y la Fiscalía, sin embargo, lo importante es informar públicamente este tipo de situaciones y hacer un llamado a la comunidad a denunciar estos actos, que se traducen en que la comunidad se vea afectada, tanto en el desarrollo de nuevas obras como en la mantención de las mismas, principalmente en obras que evitan significativamente los accidentes en sectores de riesgo y que acciones de este tipo solo consiguen que se frenen futuras inversiones relativas a la seguridad vial”.