Son los únicos representantes del norte de Chile y su trabajo aborda temáticas de discapacidad visual, la escolarización online, y la forestación del desierto.
Esta semana se dio inicio a la séptima versión del Festival Internacional de Cine Todos Somos Diferentes, una iniciativa que busca promover la inclusión de las personas con discapacidad a través del cine y las artes, certamen que contó con una gran convocatoria de cortometrajes enviados desde distintas partes de Chile, pero que, entre sus cinco finalistas, destaca una familia loína, únicos representantes del norte, con una historia denominada “Voy”.
La historia tiene como protagonista a un niño con discapacidad visual, que en plena pandemia y viviendo la escolarización online, en las canchas de su barrio conoce a un nuevo amigo, y con el que donde abordan distintas temáticas.
Mackarena Muñoz, Coach Integrativo, madre, y creadora del cortometraje, comentó que “nace a partir de que queríamos hacer algo familiar en donde pudiésemos generar conciencia en nuestros niños, y después si lo podíamos compartir con alguien, era ideal”. En él, el protagonista juega Futbol 5, una adaptación del fútbol para atletas con discapacidad visual “que es un deporte que no es muy conocido, pero que cada vez está tomando más cancha, y ellos están muy contentos de poder interactuar con el cortometraje y que alguien pueda hablar de lo que ellos hacen”.
El Festival se extenderá hasta este 8 de agosto, y es en ese sentido que la Corporación de Cultura y Turismo, entidad cultural de la comuna, se hace partícipe en el apoyo de difusión invitando a la comunidad a votar por ellos, a través del link https://tv.festhome.com/ff/7-festival-todos-somos-diferentes/3680/214927.
El cortometraje
Antay es un niño que vive el cambio de la pandemia en pleno 2021, asiste a clases online y se encuentra casi todo el día solo en casa, ya que su mamá trabaja mucho. Esto lo lleva a la cancha de su barrio, en donde conoce a Bruno, un niño ciego apasionado por jugar fútbol y a Zorrito, dos nuevos amigos que lo sacarán de su soledad y de su zona de confort. De alguna manera la visión de la vida que tiene Antay, cambia al descubrir el entusiasmo por vivir de Bruno.