Durante la jornada del miércoles 30 de junio, se llevó a cabo a la investidura de Felix Galleguillos Aymani, representante del Pueblo Nación Lickanantay en la Convención Constituyente. La ceremonia contó con la asistencia de comunidades de Alto El Loa, Atacama La Grande y Calama, las que enviaron a su representante hasta Tata Mallku, los Geiser del Tatio para entregar su venia al Lacksiri (cabeza). La importancia de haber realizado la ceremonia en este lugar radica en que es un punto de encuentro físico y espiritual.
El encuentro simbolizó la unión de los territorios Atacameños Lickanantay, con sus autoridades ancestrales, cultores y cultoras, quienes entregaron su apoyo al trabajo que Felix llevará a cabo en Santiago. Así también hicieron entrega de un elemento que lo acompañe en el desafío que será escribir la nueva constitución para que el país reconozca su plurinacionalidad.
[ads5]
Felix expresó que “Ximena y yo no sólo fuimos electos por primera mayoría, sino que, además, comunidades del Alto El Loa, Atacama La Grande, Calama y de la Puna Atacameña llegaron hasta El Tatio para investirnos y darnos su apoyo”.
Esta investidura también estuvo dirigida a Ximena Anza Colamar, candidata titular por el escaño reservado, quien pese a no ser la constituyente que estará en la convención (debido a la paridad del organismo), continúa trabajando como asesora territorial y política, liderando el equipo que trabajará para que la representación de las bases, que son los Pitchaucota (hermanos) y Lickaucota (hermanas) de la Ckunza Lickana (nuestra nación) refleje la realidad indígena y se reconozca la existencia de las naciones originarias, previas al Estado de Chile.
Esta ceremonia viene a culminar un mes de Recorrido por la Lickana, enfocado en reunirse con cada comunidad de todo el territorio Lickanantay: Alto El Loa, Atacama La Grande y Calama, y organizaciones indígenas de Antofagasta, para ir acordando lo que será la representatividad del constituyente en la Convención, sobre las demandas de este Pueblo – Nación.
Debido a la crisis sanitaria, la mayoría de las reuniones fueron virtuales, pese a la mala conexión existente en varios pueblos y las reuniones presenciales contaron con protocolos Covid-19. El juntar a todas las comunidades en la investidura también contó con los resguardos necesarios. Cada comunidad envió máximo a 2 personas como representantes y a quienes también se les pidió llevar su vaso personal, uso de mascarilla, registro y toma de temperatura.