Los poblados, cercanos al embalse de Conchi, hace 40 años que no recibían un operativo médico. Se encontraron personas con enfermedades sin tratamiento y niños sin calendario de vacunación. APS subsanará acceso a la salud mediante rondas mensuales.
La vida al lado de los volcanes San Pedro y San Pablo tiene un amanecer distinto: fumarolas suben al cielo como una cascada de humo hecha a partir de la nieve derretida en las cimas. Al principio se respira un aire agradable al lado de las montañas, pero el problema es la llegada del viento y la tierra que trae con él. No deja de moverse durante la mañana en el pueblo Estación San Pedro, ubicado a unos 100 kilómetros de Calama, donde por primera vez funcionarios de la Atención Primaria de Salud (APS) realizaron un operativo de evaluación de sus habitantes, quienes abrieron sus puertas luego de más de 10 meses cerradas por el Coronavirus.
Estación San Pedro, Conchi y Taira son poblados aledaños al embalse de Conchi y aparecieron en los mapas de la salud municipal, junto a otro lugar cercano a Ollagüe llamado Vegas de Chelas, cuando comenzó la campaña de vacunación contra el Covid-19, ya que se dieron cuenta que eran lugares que no dependían de San Pedro de Atacama ni Ollagüe. Por ello sus habitantes se entusiasmaron al recibir al equipo compuesto por médico, matrona, nutricionista, odontóloga, kinesióloga y enfermeras para atender su realidad, la cual estaba desprovista de un servicio médico-rural hace más de 40 años, lo que resultó exitoso porque se atendió a más de 100 personas.
La directora del Departamento de Salud de COMDES, Ximena Velásquez, dijo que “encontramos mucha gente adulta mayor hipertensa sin tratamiento; también mujeres que no habían optado nunca a una mamografía para tomarse el examen del PAP; aprovechamos de vacunar contra el Covid-19 a todos los adultos de 18 años en adelante con la vacuna Sinovac y a todos los niños, con la vacuna de la Influenza, quienes están cubiertos. Nos dimos cuenta que hay muchos pequeños que todavía no cumplen el calendario de vacunas, no han ido a controles. Pero esto se va a ir subsanando a medida que nosotros vengamos por rondas todos los meses”.
Lo de las rondas es un compromiso de COMDES y la Municipalidad de Calama con estas personas que recibirán al equipo de salud nuevamente el 22 de mayo, y que además en esta oportunidad se encargó de realizar una evaluación de sus necesidades en general.
La directora de Salud de COMDES afirmó que el Servicio de Salud de Antofagasta (SSA) está al tanto de este operativo y las rondas que comenzaron en estos poblados con médicos y enfermeras, para luego ir sumando más profesionales. “Todos estos poblados van a ser asignados a un centro de salud y van a ser calendarizados junto con las postas que tenemos nosotros habitualmente”, informó Ximena Velásquez.
Elizabeth Cruz Martínez, presidenta de la comunidad indígena Pueblo Estación San Pedro, dijo que participa en una mesa de trabajo con el alcalde Daniel Agusto en la que se planteó la necesidad de este operativo: “Hace 40 años nosotros contábamos con un operativo acá, nos visitaban una vez al mes, y después de 40 años, cuando ya la gente emigró, nos quitaron el operativo. Cuando nos enfermamos, por las de nosotros, tenemos que bajar a nuestra gente a Calama”.
De acuerdo a la dirigenta del poblado tienen electricidad por dos horas y media a partir de un motor comunitario que alimenta el municipio de Calama; el agua potable se recibe por estanque también del municipio y “hay que cuidarla”; los vertederos son escasos, por lo que se opta por quemar la basura en ocasiones. Por ello el operativo de salud es algo significativo para la comunidad.
“Estamos agradecidos, porque significa que no estamos olvidados. En este pueblo de repente la gente pasa y, como la gente está dentro de sus casas, piensan que no hay nadie. Y ahora ustedes se percatan que sí hay gente, que sí hay vida en este pueblo y feliz que nos visiten una vez al mes, porque ya no vamos a estar tan olvidados”, dijo Elizabeth Cruz Martínez.
Ella fue vacunada contra el covid, y aseguró que no se contagió antes. Además, recibió servicios de odontología que –decía- necesitaba bastante. Espera su segunda dosis para mayo en este lugar rodeado de la historia de los antiguos habitantes del desierto.
“Somos bien cuidadosos con nuestro entorno y bien egoístas a la vez, porque yo creo que es parte de ser indígena: ser un poquito egoísta con lo que uno tiene, con lo que nos dejaron nuestros ancestros, somos bastante cuidadosos en eso”, dijo la presidenta del poblado.
[ads5]
Damián Vilca, hombres de 80 años, jubilado, encargado de entregar luz al pueblo y pastor de corderos, formó parte del operativo y contó que “a mí me vacunaron contra el covid y vienen el 22 de mayo a la segunda dosis. Está bien que vengan a ver a los niños y la vacunación fue buena porque también nos preguntaban cómo nos sentíamos, si estábamos bien o mal. Fue una visita muy importante”.
Lina Meneses, enfermera del Departamento de Salud de COMDES y encargada comunal de las campañas de vacunación contra Influenza y Covid-19, manifestó que “siempre va a ser un placer venir a aportar con la parte de salud y la parte personal igual. Muchas gracias a la comunidad por habernos recibido, habernos facilitado la sede, y haber tenido todo preparado y coordinado para que nosotros pudiéramos asistir”.