Durante la semana pasada, los coordinadores escolares de las Unidades Penales de la región de Antofagasta tuvieron dos jornadas de reflexión sobre la transformación de vidas desde la educación en las cárceles de Chile.
En una reciente jornada en Chiu Chiu, docentes de los centros penitenciarios de Antofagasta, Calama, Taltal y Tocopilla compartieron experiencias pedagógicas y metodologías innovadoras. Esta colaboración busca enriquecer el proceso educativo, transformando la percepción sobre los estudiantes en contextos de encierro y promoviendo un ambiente de respeto y aprendizaje. La educación en contextos de encierro no solo es una oportunidad para adquirir conocimientos, sino un pilar esencial para la reinserción social de las personas privadas de libertad en Chile. Según Gendarmería, el objetivo es claro: modificar conductas y facilitar la integración en la comunidad, siempre respetando los derechos de todos.
Nelson Larrondo, encargado de la Escuela Penitenciaria de Calama, subrayó la diversidad de sus alumnos, que abarca desde los 20 hasta los 60 años. “No es lo mismo enseñar a un joven que a un adulto mayor, por lo que adaptamos nuestras estrategias para cumplir con los objetivos educativos”, afirmó, con la esperanza de que estos estudiantes se conviertan en miembros activos de una sociedad más inclusiva y empática.
Héctor Coca, profesor de Matemáticas en la Escuela Penitenciaria de Calama, enfatizó la importancia de innovar en la enseñanza. “Estamos integrando el aprendizaje basado en juegos, lo cual es vital para estudiantes que, en muchos casos, no tuvieron acceso a una educación de calidad antes de su detención. Nuestra misión es convertirnos en agentes de cambio, trabajando diariamente para su reinserción”, explicó.
La Coordinadora de Educación Media Comdes, Ximena Valenzuela, destacó el notable trabajo de un equipo de profesionales en Calama, quienes en un corto tiempo lograron establecer un sólido vínculo con los estudiantes en situación de encierro. «Es un reflejo del compromiso y la dignidad con la que han abordado este desafío».
Rosita Rodríguez, profesora de Lenguaje y directora del CDT Antofagasta, presentó su tesis doctoral sobre la identidad y trayectoria de los reclusos que desean continuar su formación académica. “Estas instancias son cruciales para compartir experiencias y abordar problemas comunes, fomentando un trabajo colaborativo entre colegas”, concluyó.
La educación en contextos de encierro representa la esperanza y transformación para aquellos que buscan reintegrarse a la sociedad. Las jornadas de reflexión y colaboración entre los docentes de las Unidades Penales de la región de Antofagasta son un testimonio del compromiso y la pasión que impulsan estos educadores en su misión de cambiar vidas. Esta labor no solo beneficia a los estudiantes, sino que también fortalece la seguridad y el bienestar de toda la comunidad, demostrando que la educación es, sin duda, un camino hacia la reinserción social y un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa.