Volver a recuperar las raíces de la lengua aymara, junto con fortalecer su uso en función de las tradiciones y costumbres ancestrales, es el objetivo del proyecto “Vitalización de la lengua aymara a través de talleres de aprendizaje y fortalecer la cultura”, que certificó a un grupo de empresarios turísticos aymaras de las comunidades del Tamarugal.
La iniciativa, que fue ejecutada por la Asociación Indígena de Emprendedores y Empresarios Turísticos del Tamarugal Jach´a Marka (AIETT), a través de un Fondart Regional año 2016; consideró el desarrollo de 16 talleres de aprendizajes de lengua y cultura aymara, con 100 horas cronológicas de clases teóricas y prácticas, a cargo de la educadora intercultural bilingüe y presidenta de la Academia Nacional de la Lengua Aymara, Eva Mamani.
Para Antonio Mamani, presidente de AIETT, el proyecto representa “un espacio para que nuestros asociados puedan empoderarse en su cultura y tradiciones, y puedan desarrollar con mayor propiedad la actividad turística, porque para concretar el turismo de intereses especiales, es necesario que los empresarios y emprendedores puedan entregar nuestra cultura, a través de nuestra lengua y saberes ancestrales”.
Es por ello que la ceremonia de cierre del proyecto estuvo marcada por la mística de la tradicional Pawa, a cargo de los propios alumnos y alumnas; quienes además durante la ceremonia demostraron sus aprendizajes con la presentación de la canción “Kullakita” y “Jach’a Uru” en lengua aymara, junto a la danza de un huayño; y una poesía aymara que fue recitada por los alumnos más pequeños del taller, Roddick Challapa y Andrea Gómez.
Según Magdale Mamani, empresaria turística, fue muy importante que la asociación llevara a cabo este proyecto, “porque aprendimos cómo hacer nuestras costumbres, como lo hacían nuestros antepasados, y reencantarnos con ésta; y volver a hablar nuestra lengua desde el corazón, para que siga viva en el tiempo”.
AYNI ANCESTRAL
Para la profesora Eva Mamani, el fortalecimiento de la lengua y la cultura es necesario para evitar la extinción de éstas, producto de la migración desde las comunidades a la ciudad.
“Esta iniciativa busca entregarles los conocimientos en el habla, escritura, para que ésta se vaya fortaleciendo y desarrollando aún más. Además de una reflexión sobre la revalorización de nuestra cultura, valores, principios, costumbres y tradiciones, para poder seguir transmitiendo estos conocimientos a nuestro hermanos y hermanas”.
Según la docente, cuando la comunidad realiza sus costumbres utilizando su propia lengua, tiene mayor significado y pertinencia, “y esa es la razón por la que no se debe perder la lengua aymara, porque ahí están los conocimientos respecto a todo nuestro ayni, aquella labor y trabajo en comunidad que se desarrolla en lo culinario, agricultura, ganadería, todo lo que uno practica como aymara. Esos saberes están en la lengua; y cuando ésta se pierde, se vuelve una cultura muerta”.
Por lo mismo, para la alumna Doris Moscoso, el taller la hizo sentirse más presente como parte de la comunidad aymara, “porque dominar nuestra lengua y los conocimientos que ella impone es como volver a nuestros orígenes”.
Mientras que para Samuel Challapa, “me siento orgulloso de mi lengua. Si bien se estaba perdiendo la práctica de hablar, este proyecto para mí fue como volver a mi pueblo, un renacer de nuevo. Hoy tengo el objetivo de aplicar lo aprendido con mis hijos, que hablen y escriban nuestra lengua, y se sientan orgullosos de ser aymaras”.