La parlamentaria por la región de Antofagasta, criticó el actuar de algunos consejeros constitucionales por “considerar deporte a lo que abiertamente es una instancia de maltrato animal”.
En su calidad de animalista, la diputada Yovana Ahumada expresó su categórico rechazo a la enmienda aprobada por la Comisión de Principios del Consejo Constitucional, indicando que “todos sabemos que el rodeo es un maltrato animal, por lo que no me parece que se quiera aprovechar el Proceso Constituyente, para declararlo como Deporte Nacional. Creo que no es la prioridad, ni es el lugar correcto para hacerlo”.
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Esta misma iniciativa, había sido previamente impulsada por diputados de la UDI y el Partido Republicano, quienes a través de la Comisión de Agricultura de la Cámara, presentaron un proyecto para declarar al Rodeo como Deporte Nacional, el que ya consiguió su aprobación en general. En aquella ocasión, la diputada Ahumada, se enfrentó a los representantes de la Federación Nacional de Rodeo, dando cuenta de las diversas formas en que los animales son lastimados en esta práctica.
Para la legisladora del movimiento Avancemos Chile, la decisión tomada por parte del Consejo Constitucional, “es poco representativa considerando que en las cifras arrojadas por la última encuesta Criteria, más del 70% de las personas encuestadas, indicaron que el rodeo no los representa y que no debiera ser considerado como un deporte”.
“Además, no entiendo el contrasentido de los consejeros constitucionales, que paralelamente a la aberración del rodeo, aprobaron la enmienda de promover la protección de los animales. Eso habla de que todo es ideología y de que no hay claridad en lo que se está aprobando, principalmente porque por un lado se busca instaurar derechos de bienestar animal, mientras que por otro, se aprueba al rodeo como deporte nacional, cuando todos tenemos conciencia y claridad de que como deporte utiliza el dolor y el maltrato animal, como una de sus vías de realización”.
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La diputada Yovana Ahumada, también fue tajante al señalar que “yo fui partidaria del rechazo en el proceso anterior y después fui contraria a este nuevo proceso, que no tuvo un plebiscito de entrada. Cuando uno conversa con las personas para saber su opinión, abiertamente señalan que están en contra. Lo lamentable de todo esto, es que una vez más hemos vistos como las ideologías priman, por sobre la razón y las prioridades de las personas”.