El Río Loa, que nace en el volcán Miño y desemboca en el Océano Pacífico tras recorrer más de 500 kilómetros, ha sufrido una extracción excesiva de agua y contaminación debido a la industria minera, lo que ha agravado su situación.
Además de su caudal, el Río Loa es vital para las comunidades que viven en sus orillas, ya que se utiliza para la agricultura, el ganado y como fuente de agua potable. También alberga una diversidad de especies de flora y fauna, algunas endémicas.
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El cambio climático se señala como una de las causas de esta crisis hídrica, ya que los patrones climáticos han provocado sequías más prolongadas y extremas en la región, afectando los recursos hídricos, sin embargo, es preocupante que esta situación afecte de manera desigual a la comunidad. Mientras los ganaderos y pequeños agricultores luchan por sobrevivir sin agua, la industria minera continúa operando sin mayores restricciones, generando un sentimiento de injusticia y desigualdad.
A pesar de las denuncias de la comunidad de Chiu-Chiu, las autoridades competentes han ignorado los llamados, generando frustración y desesperanza en nuestro poblado Lickan Antay.
Es crucial tomar medidas concretas para revertir esta situación, implementando políticas y regulaciones más estrictas para el uso del agua y la protección de los recursos naturales. La industria minera debe asumir su responsabilidad y adoptar prácticas sustentables que minimicen su impacto en el Río Loa y su entorno.
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Hoy, somos testigos impotentes de cómo nuestro querido Río Loa se encuentra completamente seco desde hace semanas. Esta realidad es evidente para todos, y es alarmante la falta de acción para abordar esta situación.
Exigimos una respuesta inmediata.
La muerte del Río Loa nos alerta de manera urgente. No podemos permitir que este invaluable caudal desaparezca definitivamente. Debemos unirnos todos, demandar cambios y trabajar juntos para proteger y preservar nuestro río, cuya pérdida sería irreparable. Durante siglos, el Río Loa ha sido fundamental en nuestra identidad y sustento. Solo a través de estas acciones podremos asegurar un futuro sostenible para nosotros y las generaciones venideras.
Robinson Galleguillos Morel
Presidente Comunidad Indígena Atacameña
San Francisco de Chiu-Chiu
