Julio Mendoza es profesor de inglés en el Liceo Bicentenario Diego Portales de Calama. Sus clases llaman la atención de los alumnos por las herramientas tecnológicas que ocupa.
El “Teacher“, título otorgado por sus estudiantes, destaca por su peculiar manera de realizar sus clases online en el contexto de la pandemia. “Estamos en una situación irregular y extraordinaria, no solo para los profesores sino también para los niños. Ellos están en un contexto incierto y esta cuarentena los tiene emocionalmente inestables”, señala.
Al respecto, justifica su metodología pues “es necesario apelar a sus emociones y hacer del aprendizaje un momento entretenido que dé gusto conectarse a clases. Por eso, les canto una canción, salgo con gorro diferente en cada clase y verificó los aprendizajes con el juego Kahoot. Ellos se motivan y quieren ganar”.
¿Cómo hace para captar la atención de sus alumnos en la clase de inglés?
“Hago que el aprendizaje sea interesante y entretenido. No es fácil en una sala de clases al tener muchos alumnos por sala, pero se hace el intento a través de chistes, juegos y llevando algo que los saque de la rutina. Y con las clases virtuales el desafío es mayor: apelo a lo visual y las emociones, ya que estamos frente a jóvenes que viven dependiendo del celular y la conexión a Internet, por lo que las clases deben ser lo más visuales e interactivas posible”.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los profesores ante este nuevo escenario virtual?
“El gran desafío es dejar los papeles por pantallas, darse el tiempo de aprender plataformas jamás vistas y programas jamás usado como Zoom, Meet, Streaming, etc. Por otro lado, saber compensar el tiempo familiar y el tiempo dedicado a las clases virtuales que demandan y cansan más que las clases presenciales. Tener que ser responsables con tu deber familiar y laboral, es el gran desafío en mi caso como docente en este escenario mundial”.
Finalmente, el profesor de inglés opinó sobre la mutación al cambio tecnológico en la educación. “Podríamos decir que se adelantó este cambio tecnológico y nos obligó a buscar nuevas estrategias. Como expresé antes, los jóvenes y niños de hoy son dependientes de redes sociales y todo lo que implica la Internet, por lo que ya se veía un mundo educacional virtual.
“Todo esto de clases virtuales es parte de un mundo globalizado e implica como profesor visionar y tratar de innovar la forma en que enseñamos, pero repito, no es fácil, ya que el sistema educacional actual de nuestro país no da las condiciones para que esto ocurra”, cerró.